Últimamente me están llegando vídeos y comentarios acerca de la alta lesividad que parece que tiene CrossFit, así que es un momento tan bueno como cualquier otro para hablar acerca del tema. En primer lugar, hay que aclarar un tema, ¿es CrossFit potencialmente lesivo? ¿Pueden sufrir rodillas, hombros y columna? Respuesta corta y contundente: SI. Ahora bien, ¿son el resto de deportes potencialmente lesivos? SI, Y MUCHO.
Todas las semanas me encuentro con clientes que han jugado a un extraño deporte de equipo que ha conseguido que sus rodillas estén destrozadas y que les impide correr con comodidad, hacer movimientos bruscos y mover pesos. Fútbol se llama, creo. Y sin embargo, ahí están, ganándose las perras a nuestra cuenta, siendo tratados como jóvenes semidioses, dispuestos a enfrentarse a monstruos mitológicos en sus míticas arenas. Otras veces, me encuentro con personas que sufren en sus hombros y en sus codos por golpear con un palo a una pelota. Tenis, padel, ¿os suena? Algunos, tras realizar artes marciales, tienen problemas en abductores y flexores de cadera. Otros, sufren en sus hombros por tratar de mover enormes pesos que sus articulaciones no pueden soportar al hacer el press de banca. Ah, y mi preferido, personas sedentarias con hernias discales.
A grandes rasgos, la vida es lesiva. Cada día nos va matando un poquito. Como reza el dicho: «no te tomes la vida tan en serio, no saldrás vivo de ella» Así que cualquier práctica deportiva de una mínima intensidad es capaz de lesionarnos, sin excepción.
Lo que sucede es que muchas veces, una práctica tan técnica y compleja como el CrossFit es realizada sin la supervisión adecuada, o bien solos o bien dejándose asesorar por «profesionales» que no están cualificados o que carecen de ética profesional y sólo ven los dividendos que pueden obtener. Si a eso le sumamos algunos ejercicios que llevan años para dominar y realizados a alta velocidad, tenemos una fórmula casi perfecta para la lesión. No os equivoquéis, así nos ven desde fuera.
Pero esto, señores y señoras, no es la norma. De hecho, hay más accidentes de tráfico que problemas causados por el CrossFit, hay más lesiones por otros deportes que las causadas por el CrossFit, a diario veo gente sedentaria que va a fisioterapeutas y masajistas habitualmente, y curiosamente, no hacen CrossFit. De nuevo, ¿quiere esto decir que la práctica de nuestro deporte está carente de riesgos?, No, pero tampoco es el infierno que algunos ven y tratan de vender.
Es cierto que a veces ocurren accidentes y que existen malos profesionales. Puede haber riesgo de lesiones. Esto sucede cuando no existe la progresión adecuada, cuando pasamos de 0 a 100 sin los pasos intermedios. Veamos entonces cómo CrossFit soluciona esto.
El primer paso que debería promover un buen entrenador de CrossFit es la mecánica de los ejercicios. Cinco constantes que deben de mantenerse en todos los movimientos, desde los básicos a los avanzados:
1. Mantener la línea media (columna en neutro)
2. Activación de cadena posterior
3. Activación de hombros
4. La fuerza nace del centro (core) y se difunde a las extremidades
5. Rango de movimiento
De nuevo, buscaremos el virtuosismo, hacer lo simple perfectamente. Parafraseando a Greg Glassman: «Enséñales a hacer sentadillas correctamente y te lo agradecerán toda la vida«. Es imprescindible ser puntilloso en extremo, perfeccionista hasta el aburrimiento, hasta que los ejercicios, a base de práctica y entrenamiento se ejecuten siguiendo todos los parámetros, con la posición adecuada y con el mayor rango posible (adaptado, por supuesto, a cada individuo). Sobre todo, con los ejercicios más básicos (los 9 esenciales), que se repetirán constantemente durante los WOD’s sucesivos.
Entonces, ya conocemos los movimientos, como funcionan los sistemas de palancas articulares, los planos y ejes e incluso la mayor parte de músculos involucrados en los ejercicios. ¿Y ahora qué? Bien, sólo mediante la práctica se consigue la perfección. En eso consiste la consistencia que como entrenadores y atletas debemos de perseguir. Hacer que nuestros atletas continúen entrenando y practicando, mejorando constantemente. ¿Cuánto se tarda en aprender un nuevo idioma? Cientos, si no miles de horas, si quieres comprender todas sus sutilezas. Bienvenidos al idioma del CrossFit. Bienvenidos a tu mejor versión.
Entonces, y sólo entonces deberíamos de comenzar a trabajar con la variable de la intensidad, la piedra de toque de nuestro deporte. Identificamos CrossFit con ejercicios funcionales a alta intensidad, pero existe la escala, y como profesionales deberíamos de ser capaces de adecuar los ejercicios, las cargas, las velocidades y demás variables a las posibilidades de cada atleta. Intenso, sí, pero cada uno debería de poder trabajar en un rango asumible. Es ahí donde la figura de un gran entrenador entra en juego, cuando tiene que decir «hasta aquí basta» o tiene que apretar y animar.
Respetando estos puntos, debería de ser difícil hacer daño a alguien, que ocurran los errores de forma y las situaciones de riesgo que podemos ver si enredamos en internet y buscamos Crossfit Fails o algo así. Recordad, mecánica, consistencia e intensidad. Y si algo va mal, echar un paso atrás para tratar de no construir nuestra experiencia sobre bases mal fundamentadas.
Sin embargo, y aquí viene la crítica, CrossFit es también un negocio, y aquí comenzamos a hablar de cuestiones de ética y política de empresa (y personal). Si nuestra ideología es el «todo vale» prescribiremos ejercicios sin ton ni son, buscando únicamente que nuestros clientes tengan las sensaciones estimulantes del sexy metcon, ignorando sus necesidades y problemas, buscando el éxito empresarial y la fortuna. Espero que ahorréis en ese caso, ya que una denuncia por negligencia puede hacer que todo ese dinero ganado sin preocupaciones sea insuficiente. Resultado, incapacidad permanente para el cliente y cierre de negocio.
Pero esto no es únicamente culpa del afiliado, sino también de los propios clientes, que dejan de ser alumnos y atletas para convertirse en pagadores, y por tanto beneficiarios de derechos que les ofrece la asociación del consumidor. Necesitados de su chute de adrenalina y endorfinas, están dispuestos a destrozar su cuerpo a cambio de las sensaciones que buscan. Y tras las lesiones, culpan al entrenador en particular y a CrossFit en general. Y esto, si tienen suerte y realmente están en un box afiliado y no les ofrecen un sucedáneo en un Globo-Gym.